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Tradicionalmente, existen tres formas principales de tratamiento de superficies para perfiles de aluminio, recubrimiento en polvo, anodización y fluorocarbonatación.
El recubrimiento en polvo se usa ampliamente en perfiles de aluminio de construcción y otras piezas de aluminio fundido. Cubre el metal base, la aleación de aluminio, con una capa de resina en polvo. Proporciona una protección adecuada al metal base con un espesor de recubrimiento de 40-100μm. En climas normales, o incluso en regiones costeras, durará fácilmente de 5 a 15 años sin ningún cambio evidente. Además, hay muchas opciones para el color. En los últimos años, se está popularizando un nuevo tipo de polvo de recubrimiento, con una apariencia muy cercana al fluorocarbono. Por lo tanto, el recubrimiento en polvo se puede considerar como el tratamiento de superficie más adaptable.
El acabado de madera, hasta cierto punto, es una derivación del recubrimiento en polvo. Es un tipo de procesamiento en el que el patrón de madera se transfiere a la superficie con recubrimiento de polvo (algo así como fotocopiadora), haciendo que los perfiles de aluminio parezcan madera real. Un nuevo tratamiento llamado "acabado de madera 3D" incluso permite que los perfiles de aluminio "se sientan" como madera real.
La anodización es un proceso similar al enchapado, oxidando artificialmente el aluminio en una piscina llena de químicos. El espesor del revestimiento es normalmente de 8-12 μm para uso constructivo. Si los perfiles se utilizan en zonas costeras, se sugiere aumentar el recubrimiento a 15-20 μm para mejorar la protección contra el aire salado. En casos extremos, particularmente en uso industrial, se aplicará una 'anodización dura'. Tal anodización puede tener un grosor de hasta 100 μm e incluso puede resistir el rayado con un cuchillo. La anodización, en gran medida, mantiene el patrón natural y el brillo de la aleación de aluminio. Sin embargo, solo hay opciones limitadas de color para uso constructivo. Los colores más habituales son el plateado (color natural), el bronce / champán y el negro. Aunque hay otros colores disponibles, como rojo, verde, dorado, etc., son bastante sensibles a los climas, especialmente a la luz solar. Estos colores normalmente no se utilizan en los perfiles de aluminio para la construcción al aire libre. Por otro lado, la anodización también es muy sensible a la composición de la aleación de aluminio. Si la pureza del aluminio no es lo suficientemente alta o si otros elementos son demasiados, la superficie anodizada se verá monótona e irregular. Por ejemplo, el aluminio fundido normalmente no se puede anodizar porque la composición del silicio es demasiado alta.
El granallado (o lijado) y el pulido pueden considerarse derivados de la anodización. Implican el procesamiento químico o físico en la superficie de los perfiles de aluminio antes de la anodización, haciéndolos aparecer mate o brillantes.
La fluorocarbonatación es un proceso muy parecido al recubrimiento en polvo, pero el equipo y la fórmula son totalmente diferentes. Se puede recubrir de 1 capa a 3 capas, mientras que el recubrimiento en polvo solo se puede hacer con 1 capa. Este tratamiento puede incluso resistir la erosión de ácidos y álcalis fuertes, lo que no se puede lograr mediante recubrimiento en polvo o anodización. El precio de dicho tratamiento es a menudo el doble o incluso el cuádruple del recubrimiento en polvo normal y la anodización. Normalmente se utiliza en construcciones de muy alta gama.
